Hace mucho siento que nos debemos una conversación y no siempre se encuentran los tiempos, espacios o se producen los encuentros entre todos los que de algún modo tenemos roles entramados en lo educativo.
Muchos autores nos pueden guiar en el proceso de entender lo que significa el ambiente de aprendizaje, el modo en que se puede o no pensar una clase existen dinámicas que nos señalan caminos considerados adecuados para hacer que en un clima de confianza y calidez emprendamos el desafío de enseñar y aprender.
Las TIC nos cambiaron el modo en que deberíamos pensar ese desafío, pero no lo borraron definitivamente. Los docentes que hace años estamos formándonos en el uso de las tecnologías tal vez no supimos compartir ese momento en el que hubo un salto cualitativo entre considerarlas mediadoras y reconocerlas como ambientes de aprendizajes.
Es necesario entonces repensar nuestros propios entornos virtuales y analizar cuales serían posibles de convertirse en entornos de aprendizajes. La realidad aumentad, por ejemplo, es actualmente un recurso al alcance de cualquier teléfono celular, lo hemos visto con el juego que nos invadió por algunos meses.